Mónica Mayer

¿Cómo explicarlo?  Nosotros concebimos a la cultura como los conocimientos, ideas y creencias que tenemos integradas hasta el tuétano que hacen que seamos lo que somos y que sintamos lo que sentimos. Es  nuestro sistema operativo como individuos y sociedad.

En términos generales, la educación es el acto por medio del cual adquirimos esta cultura y, como seres porosos que somos, lo realizamos constantemente, consciente o inconscientemente.  Es un sentido más acotado, la educación es la transmisión de esta cultura a través de instituciones más o menos formales, que nos la entregan en dosis concentradas. En este sentido, el arte siempre es un proceso educativo.

Nuestro proyecto YO NO CELEBRO NI CONMEMORO GUERRAS subraya un desfase cultural y educativo.  Por un lado se vienen creando instituciones para disipar los conflictos sociales a través de la negociación y el diálogo desde hace décadas, pero por otro, en muchos de nuestros países las grandes fiestas nacionales celebran conflictos sociales que terminaron resolviéndose por medio de la guerra y la violencia, enviando de manera clara y contundente el mensaje de que sigue siendo una forma válida de  solucionarlos.  Así mismo, esta pieza pretende apuntar hacia la distancia que sigue existiendo entre lo aceptado en el ámbito privado y el público: en familia jamás festejaríamos que un hermano mata a otro o la madre asesina al padre, pero consideramos aceptable la violencia de las guerras.

Victor Lerma

En esta pieza el público ha sido tan importante, que incluso la ha ido moldeando.  La pieza es una frase que hace apariciones en los diversos ámbitos que están a nuestro alcance, como museos, ferias de arte, escuelas, Facebook o los medios de comunicación. Las acciones específicas se van conformando gracias a las participaciones del público.  Esto ha sucedido de diferentes maneras, desde la discusión que con frecuencia se da sobre la frase que proponemos.  Pero también en la forma misma.  Por ejemplo, a partir de que la pieza empezó como CAUSA en Facebook, Rosa Borrás, una de las participantes, decidió hacerse un botón o, de manera natural, los miembros de la causa empezaron a escribir lo que ellos sí celebraban.  Estas participaciones nos permitieron plantear la pieza del MUAC.

La aparición de nuestra pieza en el MUAC representó un reto interesante porque nos llevó a presentarla en grupos de secundaria y preparatoria en una escuela, lo cual produjo horas y horas de discusión.   Por otro lado, en el museo mismo, además de aparecer como objeto (una manta roja con la consigna en letras grandes y rodeada por botones llenados por el público con lo que sí celebran). Pero lo más divertido fue la acción en el MUAC ya que fue una manifestación invertida. Una veintena de personas vestidas con camiseta y gorra de la CAUSA, paseábamos la manta por el museo y la explanada, acercándonos al público y cuando nos entregaban los botones con lo que ellos SÍ celebraban, gritábamos sus frases a manera de consigna.


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